miércoles, 16 de octubre de 2013

En los origenes de Aragón

Monasterio viejo de San Juan de la Peña

Es un panteón del siglo XII en su interior destacan las pinturas de San Cosme y San Damián. En el cabe señalar el panteón real del estilo neoclásico erigido en el último tercio del siglo XVIII.
Los auténticos orígenes del monasterio se pierden en la oscuridad de los tiempos altomedievales. Y se le ha supuesto refugio de ermitas, aunque los datos históricos nos conducen a la fundación de un pequeño centro monástico dedicado a San Juan Bautista. Considerado por la tradición como la cuna del reino de Aragón, fue parada habitual del camino de Santiago y lugar de leyenda y entre ellas destaca la que vincula este lugar con el Santo Grial.
Las deudas, el deterioro de las construcciones y diversos incendios resultaron devastadores. Con el último de ellos en 1675 que duro 3 días se perdió la habitabilidad necesaria para la vida monacal, por lo que se planifico la edificación del Monasterio nuevo. Cabe destacar que está debajo de una roca y la arquitectura del edificio está diseñada en función de esa roca. Y también cabe destacar el claustro de los monjes.

Monasterio de Santa Cruz de los Seros

El Monasterio femenino de Santa Maria de Santa Cruz de los Seros de la orden benedictina fue fundado por la acción real de Ramiro I de Aragón en la segunda mitad del siglo XI.

Monasterio Nuevo de San Juan de la Peña
Como consecuencia del terrible incendio del año 1675 se tomó la decisión de construir un nuevo monasterio. Su emplazamiento se eligió en un lugar próximo, el conocido llano de San Indalecio, una bella pradera asentada sobre la gran roca, que reunía condiciones idóneas para comenzar una nueva vida.

Balcón del Pirineo

Tras 15 minutos de caminata del Monasterio nuevo llegamos al balcón de los Pirineos con diferentes especies de flora y fauna presentes en el paisaje protegido.
hay unas fantásticas vistas de todos los Pirineos.

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