Este genial e irrepetible cómico estudió en el Colegio de Hermanos de
la Doctrina Cristiana y se inició como actor teatral en su adolescencia. En los años 40 formó parte de la compañía de
Paco Martínez Soria.
Debutó en la gran pantalla a finales de la década de los 50. Con el
citado Paco Martínez Soria compartió créditos en uno de sus primeros films
cinematográficos, El difunto es un vivo (1956),
comedia musical en la que Saza interpretaba a un cantante llamado Mauricio. Ese
mismo año de 1956 se dedicó a la venta de pescado al lado de José Luis Ozores
en la película sobre emigración Pasaje a Venezuela
Más tarde pudo ser visto en El verdugo (1963) de Luis García Berlanga,
de nuevo con Paco Martínez Soria en La ciudad no es para mí (1965) o en la
comedia doméstica Las que tienen que servir (1967). En este período acompañó a
José Luis López Vázquez en Un millón en la basura. Con Berlanga fue
protagonista posteriormente de La escopeta nacional (1977) en el memorable papel de Jaume Canivell , y
en Todos a la cárcel (1993), film ambientado en la cárcel de Valencia en la que
el actor barcelonés interpretó a Artemio, empresario sanitario.
En la comedia de ladrones Los que tocan el piano (1968) acompañaba a
Tony Leblanc, Concha Velasco y Alfredo Landa. También intervinieron Tony
Leblanc y Concha Velasco en Una vez al año ser hippy no hace daño (1969).
Por otra parte, con el cantante Manolo Escobar compartió créditos en
varias películas, entre ellas Juicio de faldas (1969), Me has hecho perder el
juicio (1973) en las que ejercía de abogado . También participó al lado de Tony
Leblanc en la película El astronauta (1970). Otas películas que protagonizó en
esos años fueron Venta por pisos (1972) y Una monja y un Don Juan (1973) .
Ya en los años 80, participó en películas como La colmena (1982), El
año de las luces (1986), Espérame en el cielo (1987) y Amanece, que no es poco
(1989)
Como anécdota, cabe decir que en 1970 fue dado por muerto al coincidir
su nombre con el de un fallecido en un accidente de circulación.
Asimismo, y al margen de su larga carrera en el cine, Saza destacó en
teatro como director, productor y actor , llegando a representar obras como Un
loco que hace ciento, La venganza de Don Mendo, La extraña visita, Cenaremos en
la cama, etc
Saza estaba casado, su mujer se llamaba Carmen, llevando siempre una
discreta vida privada.
A partir de 2013 estuvo aquejado de demencia senil, falleciendo
finalmente el 23 de julio de 2015, a los 89 años