Hablamos de un contenido de cafeína del 0,1% como máximo. El
café soluble descafeinado puede ser bien de tipo aglomerado o liofilizado, en
función del método del secado. Tras la recogida de las cerezas de café en los
países de origen, y posterior secado y despulpado, los granos de café son
enviados para un tratamiento en plantas de descafeinización. Y es a partir de
aquí es cuando los granos de café van a ser descafeinados, comenzando un camino
diferente que la cafeína.
Existen tres métodos de descafeinización:
1.
Los granos de café se introducen en agua para
que su capa exterior se vuelva porosa. Una vez realizado, se introducen en
clauro de metilenio hasta que la cafeína se disuelva. Tras ella se deja
evaporar para dicho producto químico, se llevan los granos y se dejan secar.
2.
Se rocían los granos de café con dióxido de
carbono, rondando las 275 atm.
3.
Los granos de café se sumergen en agua y por osmosis la baja concentración del
disolvente (agua) atrae la cafeína de la alta concentración de los granos de
café.
El sabor y el aroma del café descafeinado a nivel
organoléptico se aprecian diferencias de sabor entre el café normal y el
descafeinado, ya que éste último es menos aromático pues se pierden matices
durante el proceso de extracción de cafeína. Además la cafeína aporta cierto
cuerpo al café por lo que podemos decir que el café descafeinado es menos
pesado en boca.
JAG y FJB