jueves, 12 de julio de 2012

APOLOGÍA DEL CAOS




En el reino de la noche, los sueños y la oscuridad gobiernan el mundo y ejercen sus fuerzas sobre la naturaleza y sobre toda la realidad.

En la noche todo es distinto, a veces es justo lo contrario y opuesto a como son las cosas durante el día. Por ejemplo los árboles y el mundo vegetal, respiran al revés de cómo lo hacen durante el día, es decir, absorbiendo oxigeno y expulsando dióxido de carbono.

También nosotros, los seres humanos, o mejor dicho, nuestra conciencia, sufre una inversión radical. Si por el día las cosas son claras y nítidas, separadas unas de otras por sus propios límites, por la noche en cambio, estando dormidos, la conciencia se sumerge en niveles más profundos en los cuales no tiene –no tenemos- control sobre lo que sucede y las cosas adoptan su forma más caótica e imprevisible, siendo el reino nocturno por ello, y tradicionalmente a lo largo de todo el tiempo y el espacio universal, el mundo de la mezcla, del desorden, de lo confuso y de lo dionisiaco.

La noche, el yin o contrapunto al yang, al orden, a la claridad, al mundo apolíneo y solar en el cual gobierna la razón, la cual engaña nuestra voluntad haciéndonos creer que somos dueños de nuestros actos y proporcionándonos la falsa ilusión de que somos algo más que una mera sombra en un universo eternamente oscuro e infinitamente caótico….

¿Acaso no es el COSMOS, un hijo del CAOS primordial, al cual retornará en la postrera noche de los tiempos?

Como dijo una vez un romántico, quizá Novalis: “Brillante y majestuosa es la luz, pero…He aquí que cuando aparece la luz, aparecen con ella cuatro jinetes enemigos del hombre”




“El Moratilla”



martes, 10 de julio de 2012

Una actividad muy interesante


Hoy voy a hablaros de una iniciativa pionera muy interesante. Se trata del “Banco del Tiempo.” Hay que hacerse socio y ofrecer a la institución una hora de algo que se nos da especialmente bien. La institución nos pone en contacto con alguien que demanda lo que nosotros ofertamos  y desarrollamos juntos la actividad. Luego, el Banco del tiempo nos da un bono de una hora para que nosotros nos beneficiemos de los conocimientos de otro socio que ofrece la actividad que nosotros demandamos.

Yo, por ejemplo voy a ofrecer clases de conversación en Inglés. A cambio, por cada hora que yo invierta en eso, me darán un bono de una hora canjeable por ese tiempo en la actividad que a mí me guste.

Por cierto, puedes dar el bono a una tercera persona. Cuando te apuntas al Banco del Tiempo te dan un bono de 10 horas para que puedas usarlas en lo que más te guste. Por mi parte, yo voy a darle ese bono a mi padre para que le den varias clases de pintura, que es lo que más le interesa aprender.

Tú también puedes participar. Llama a la Sede del Banco del Tiempo y concierta una entrevista con ellos y háblales sobre eso que es lo que se te da bien y estás dispuesto a compartir con gente que lo demanda. A partir de eso, ya eres socio y puedes participar en las actividades que tú ofertas y que otros te ofertan a ti.

J.M.M.