miércoles, 14 de marzo de 2018

El convento de los Mínimos de la Victoria

En las últimas décadas del siglo XVI y comienzo del XVII, concretamente en 1576, se fundó en Zaragoza y se acometió la construcción del Convento de los Mïnimos de la Victoria, pertenecientes a la orden de San Francisco de Paula.
Esta construcción religiosa fue patrocinada por diversas autoridades y personalidades zaragozanas de la época, como el Justicia de Aragón Juan de Lanuza, y posteriormente el Conde de Aranda entre otros.
Estuvo abierto como tal convento hasta bien entrado el siglo XIX, cuando en 1836, por la desamortización de Mendizabal, fue suprimido y sus bienes subastados, pasando a ser cuartel militar de infantería y artillería montada, si bien hay constancia de que su retablo mayor fue trasladado a la iglesia de San Pablo, a cuya parroquia estaba adscrito el convento.
En 1862 el parque de bomberos de la ciudad de Zaragoza, que estaba en la calle Palafox, debido a su estado de ruina se dispuso que fuera trasladado al Convento de San Pedro Noslasco, lo que se ejecutó al año siguiente en 1863.
Posteriormente en 1875 se determinó el traslado  del cuartel de partidas de tanseuntes y el parque de bomberos que estaban en el antiguo convento de San Pedro Nolasco, a su nueva ubicación en el cuartel de nfantería y artillería montada, del convento de mínimos.
En 1877 se decretó el derrribo de parte del convento y de la torre del mismo.
No fue hasta 1895 que se iniciaron las  obras para acondicionar el antiguo convento de mínimos para cuartel de bomberos exclsuivamente.
En 1896 las obras estaba terminadas y se inauguró el único parque de bomberos de Zaragoza que existió hasta 1983, año en que se destinó a uso museístico, si bien se tardó algunos años en acondicionarse e inaugurarse como tal museo.
En la actualidad ubicado en la calle Ramón y Cajal nº 30, está el museo de Bomberos de Zaragoza, desde 1998.
Las piezas que en él se recogen -material del propio cuerpo de bomberos-, representan un recorrido por las  diversos medios y técnicas de lucha contra incendios que se han uitlizado a lo largo de casi un siglo por los bomberos de Zaragoza.
Una visita interesante, ilustrativa y muy recomendable.
El horario de visitas se encuentra en la página web del Ayuntamiento de Zaragoza, y en la propia web del museo.
JRC