miércoles, 11 de septiembre de 2019

LA INAUGURACIÓN DEL ESTADIO DE LA ROMAREDA: 8 DE SEPTIEMBRE DE 1957

 La construcción del estadio de La Romareda fue debida, sobre todo, al empeño personal del entonces alcalde de Zaragoza, Luis Gómez Laguna, y también al de su sucesor, Cesáreo Alierta, en aquellas fechas presidente del Real Zaragoza. El campo de Torrero se había quedado viejo y pequeño, y la economía del Real Zaragoza se asfixiaba en un campo de sólo 20.000 espectadores. Había, como ahora, la necesidad de ir a una nueva instalación, y Alierta, uno de los grandes presidentes de la historia del Zaragoza, ya esbozó el proyecto del nuevo campo, y hasta su ubicación, en una recordada asamblea de socios en 1954.

El 9 de febrero de 1956, el Pleno del Ayuntamiento de Zaragoza aprobaba la construcción del nuevo campo, y, seis meses después, se falló el concurso público a favor de la empresa Agromán, que llegó a emplear 350 obreros en los 15 meses de construcción. Las obras comenzaron el 19 de septiembre y el campo se entregó oficialmente el 15 de agosto de 1957, tres semanas antes de su inauguración oficial, el 8 de septiembre de ese mismo año, con el partido Zaragoza-Osasuna, cuyo resultado fue de 4-3 a favor del equipo local.

Conviene destacar que, con el tiempo, también La Romareda se quedó pequeña y la primera remodelación fue ejecutada en 1976. Los éxitos de los Zaraguayos obligaron al entonces presidente José Ángel Zalba a promover una ampliación hasta los 43.524 espectadores. La reforma consistió en alzar las localidades de Gol hasta la altura de las tribunas. La siguiente reforma fue inmediata, obligada por la celebración en España del Mundial 82, mientras que la tercera se produjo con la ocasión de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. La última llegó en 1994, al transformarse todas las localidades de pie en sentadas, con una disminución de su aforo hasta las 34.500 plazas actuales.

AS