Rechazado por la joven que ya se había comprometido con Jesucristo, el Senador Quintianus intentó con ayuda de una mala mujer, Afrodisia, convencer a la joven Águeda, pero ésta no cedió.
El Senador en venganza por no conseguir sus placeres la envía a un lupanar, donde milagrosamente conserva su virginidad. Aún más enfurecido, ordenó que torturaran a la joven y que le cortarán los senos. La respuesta de la que posteriormente sería Santa fue: "Cruel tirano, ¿no te da vergüenza torturar en una mujer el mismo seno con el que de niño te alimentaste?". Aunque en una visión vio a San Pedro y este curó sus heridas, siguió siendo torturada y fue arrojada sobre carbones al rojo vivo y revolcada en la ciudad de Catania, Sicilia (Italia). Además se dice que lanzó un gran grito de alegría al expirar, dando gracias a Dios.
En Zaragoza, la tradición manda que las mujeres acudan a la parroquia de Nuestra Señora del Portillo para venerar su imagen, dirigirle sus plegarias y dedicarle unas velas. El recuerdo a Santa Águeda también estará en la gastronomía, con las tradicionales “teticas” de bizcocho.
Desde hace años, la celebración de Santa Águeda también tiene un sentido lúdico y pagano. Muchas mujeres aprovechan el 5 de febrero para celebrar cenas con sus amigas, dejando al marido en casa.
Y para acabar, algunos refranes sobre las mujeres.....
La mujer peluda de lejos se le saluda
Dile que es hermosa y la veras gozosa
Aunque el consejo de la mujer sea poco, no tomarlo es de loco
Digan lo que digan, una mujer bella siempre tiene la razón.
El hombre persigue a la mujer hasta que ella lo caza.
El trabajo de la mujer es simple, pero nunca termina.
Hombre con prenda de mujer, si no es partido está al caer
La guitarra y la mujer para hacerlas vibrar hay que saberlas tocar.
La mujer hermosa abraza con sólo mirarla.
La mujer del ciego, ¿para qué se afeita?
Tres cosas matan al hombre, juego, mujeres y medias noches
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