BUSTO DE SAN SATURIO
El día 24 de
Octubre, miércoles, quedamos para ir a
Soria. Algunos compañeros cogieron el autobús desde su casa al centro y otros fueron
andando. Habíamos quedado a las 8,45 de la mañana porque el autobús salía a las
9,00. Al llegar al centro no había casi
nadie, pero poco a poco fueron llegando los compañeros. Al pasar de las 9,00 de
la mañana vamos al autobús que nos estaba esperando y emprendemos camino a Soria.
A mitad de
camino paramos en un bar a almorzar, allí estuvimos de 10 a 15 minutos
aproximadamente y seguimos nuestro
camino hasta llegar a la ciudad celtibérica de Numancia. Allí vimos sus yacimientos arqueológicos y sus
casas que eran muy antiguas donde un arqueólogo nos explicó su historia. Allí
nos hicimos unas fotos.
Al terminar nos dirigimos a la ciudad
de Soria para comer en el parque de La Alameda de Cervantes –popularmente “La
Dehesa”–, y al cabo de un rato, después de tomar un café, nos fuimos a ver la
ermita de San Juan de Duero donde vimos sus capiteles y su arte.
Al salir de
allí fuimos andando hasta la ermita de San Saturio. Una vez subidas las escaleras, estaba el
Cristo en mármol y había paredes altas. Luego, subimos más escaleras y estaba
la capilla de San Saturio, a quien se le atribuyen varios milagros, y según
cuenta la leyenda, tuvo un discípulo de
nombre Prudencio, el cual quería cruzar el río a nado. Todo el mundo le
advirtió que se ahogaría por la corriente, pero el joven llegó sano y salvo a
la orilla con sus prendas secas pues pasó sobre la capa de San Saturio, el cual
lo acogió como discípulo y se encargó de instruirlo hasta su muerte.
Fue
Prudencio quien se encargó de enterrarle y de promover la creencia en el santo.
Su recuerdo no se perdió, y, a mediados
del siglo XVI, se encontraron las reliquias del santo al lado del altar de San
Miguel, en la ermita de San Saturio. Desde el siglo XVII, en que fue acogido
como santo patrón de la ciudad de Soria, se veneran sus restos con devoción, los
cuales descansan en el altar mayor de la ermita.
HAJ - JAM