El 10 de agosto me fui a la playa de Vinaroz con mi hermana y mi cuñado. Nos levantábamos sobre las nueve, nos tomábamos un café, nos vestíamos para ir a la playa y cogíamos las amacas y sombrillas y sobre las dos del mediodía subíamos a comer.
Mi hermana hacia la comida y yo ponía la mesa y la quitaba, nos echábamos la siesta luego nos duchábamos para ir a dar una vuelta hasta la hora de cenar.
Después de cenar jugábamos a las cartas hasta la una o las dos de la mañana, así todos los días hasta el diecisiete 17 que me vine a Zaragoza.
Cuando contemplo el mar, siento tranquilidad y bienestar y me relajo bastante.
P.L.