La fuente de la Princesa de Zaragoza, conocida también
como de Neptuno, fue construida entre 1833 y 1845, se encuentra en el Parque
Grande, y es la más antigua de estas fuentes urbanas. Fue construida en la
plaza de San Francisco, hoy plaza de España. El emplazamiento fue polémico al
construirse donde anteriormente estaba la Cruz del Coso (elemento cristiano) y
ahora poner un dios pagano antiguo.
Comenzó su construcción en 1833, como conmemoración del
juramento como princesa de la futura Isabel II. No funcionó hasta 1845.
Su autor es Tomás LLovet (Alcañiz 1770-1842). Se
construyó por iniciativa del gobierno francés (tras los sitios) entre 1811 y
1812, para dotar a Zaragoza de fuentes monumentales y de uso público. Está
inspirada en la fuente de Neptuno de Madrid (1774), aunque menos elegante y más
desproporcionada la de Zaragoza.
Consta de un pilón circular en cuyo centro hay un
basamento en forma de pirámide truncada, con cuatro grandes delfines en las
esquinas para verter los chorros de agua, y doce caños, coronado por un
pedestal cilíndrico engalanado con gruesas guirnaldas sostenidas por bocas de
león. Sobre esta composición ornamental descansa la estatua, también en piedra,
de Neptuno, en pie, con su tridente y el brazo derecho sobre el que cuelga
parcialmente el manto.
En su ubicación original, cumplió su función de
abastecimiento de aguas y lugar popular de encuentros hasta 1902, en que fue
desmontada y sustituida por el Monumento a los Mártires de la Religión y la
Patria. Desde esta fecha hasta 1946, en que fue instalada en el Parque Grande
J.A. Labordeta, permaneció desmontada en los almacenes municipales.
Actualmente y tras varios actos vandálicos, está bastante
deteriorada.
EP