"A pesar de las cortas de que ha sido objeto el
valle de Ordesa, éste conserva su sello de grandiosa virginidad. Un acotamiento
a todo aprovechamiento de leñas y maderas, una limitación del de pastos a los términos
absolutamente precisos para la vida de la ganadería de la región y una veda
rigurosa de la caza, realzarían en poco tiempo las condiciones naturales de
este valle, lo convertirían en uno de los sitios más visitados por los
turistas, con lo que se compensarían sobradamente estas privaciones, con
notoria ventaja para los vecinos de los pueblos inmediatos" (revista
Montes, 1918).
Este año es muy especial para el parque, ya que cumple
100 años desde que lo declararon Parque Nacional al sector de Ordesa, el 16 de
Agosto de 1918. La necesidad de proteger la integridad de la geología, flora,
aguas, atmósfera… y todo su conjunto, conllevo a esta declaración.
Aquí quedaba
asegurada la conservación de 2.066 hectáreas llenas de vida. En 1982 se añadió
el Cañón de Añisclo, la garganta del Yaga (Escuaín), el circo de Pineta y el
macizo de Monte Perdido (de ahí su nuevo nombre “Parque Nacional de Ordesa y
Monte Perdido” con un total de 15.608 hectareás). Y como colofón, en 1977 fue
declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido se articula
en cuatro valles formidables:
- El de Ordesa, recorrido por el río Arazas.
- El Cañón de Añisclo por el río Bellos.
- El valle de Pineta por el río Cinca.
- Y el menos conocido de todos, pero no por ello menos interesante, el de la estrecha Garganta de Escuaín abierta en el paisaje calizo por el paso erosivo del río Yaga.
La zona geográfica del parque de Ordesa y Monte Perdido,
se caracteriza por su aislamiento, su geografía accidentada, clima extremo y
grandes desniveles.
A finales del siglo XVIII, estas montañas suscitarían el
interés de exploradores y científicos. Cabe destacar al naturalista Reboul, o
de Ramond de Carbonnières, que atraen a numerosos viajeros, con ganas de vivir
la naturaleza salvaje, fundadores del “pirineismo”.
Fruto de la labor divulgadora y conservacionista de estas personas, destacando a Lucien Briet y Pedro Pidal, logra la declaración de parque nacional el Valle de Ordesa, el 16 de agosto de 1918. Luego como reserva nacional de Caza de Viñamala y los circos en 1966, o su ampliación hasta el Cañón de Añisclo en los 70, para protegerlo de los posibles aprovechamientos hidroeléctricos.
Este año, con motivo del centenario de la declaración, se
realizarán diversas actividades para conmemorarlo, en función de si es
declarado de excepcional interés público, así como la creación de una Comisión
institucional del centenario de ordesa, de cara a reconocer su conservación,
así como su promoción.
Os animamos a hacer una visita este verano y disfrutar del maravilloso paisaje y todo su entorno en este lugar privilegiado.
EP