La Semana Santa de Zaragoza
ha estado vinculada principalmente, a lo largo de su historia, a dos
instituciones religiosas: la Venerable Orden Tercera de San Francisco de Asís,
que siempre ha tratado de fomentar la devoción por los misterios de Cristo acercándolos
al pueblo, y la Muy Ilustre, Antiquísima y Real Hermandad de la Preciosísima
Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y Madre de Dios de Misericordia. La historia
de la Semana Santa zaragozana se remonta al siglo XIII, época en la que aparece
la Hermandad de la Sangre de Cristo. A pesar de todo, la historia de la
celebración de la Semana Santa en Zaragoza es confusa, debido a que muchos de
los documentos referentes a ella, se quemaron durante la Guerra de la
Independencia en 1808 o se extraviaron.
El momento en el que la
Semana Santa zaragozana adquiere la estética actual es en el año 1936, cuando,
después de una huelga de los terceroles, un grupo de fieles de la imagen de la
Piedad, crean una cofradía para poder sacar a la Virgen de la Piedad por las
calles de Zaragoza, adquiriendo el capirote como prenda de cabeza y copiándolo
de Andalucía. Tras la fundación de la Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad y
del Santo Sepulcro (primera cofradía de Zaragoza) se comenzarían a constituir
nuevas cofradías, pudiendo afirmarse a partir de este momento que comienza la
etapa moderna de la Semana Santa de Zaragoza
.
En los años 40, la Cofradía
de las Siete Palabras y de San Juan Evangelista, fundada por un grupo de
jóvenes de Acción Católica, introducen un piquete de tambores durante su
cortejo procesional copiándolo del Bajo Aragón, siendo esto copiado a partir de
entonces por la práctica totalidad del resto de las cofradías zaragozanas, unas
25 en total.
Diremos, para finalizar, que
entre los actos más destacados de la Semana Santa de Zaragoza destacan la
Procesión General del Santo Entierro y la Procesión del Encuentro, entre otros
muchos.
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