miércoles, 2 de mayo de 2018

VEGANO - VEGETARIANO - VEGANO ESTRICTO - OVOLACTO VEGETARIANO

Con frecuencia nos hemos encontrado con denominaciones diversas para designar a las personas que no incluyen en su dieta la carne bajo ningún concepto.
Así, como el título de este artículo indica, nos encontramos con los veganos, vegetarianos, vegetarianos estrictos, y ovo-lacto-vegetarianos.
Primero hay que decir que la palabra vegano es de reciente creación. Siempre se había oído hablar de vegetarianos y vegetarianismo, pero de un tiempo a esta parte se habla de veganos y veganismo, conceptos estos que tienen que ver algo más que con una dieta, con una visión del mundo diferente de la mayoría.
¿Cuál es el origen de la palabra vegano? Aunque está de moda de poco tiempo a esta parte, ya tiene cierta edad, pues sus orígenes se remontan a la década de los cuarenta del siglo XX, cuando un señor llamado Donald Watson, inglés él, fundó en noviembre de 1944 junto con seis amigos más, la sociedad vegana para diferenciares de los vegetarianos que comían  huevos y lácteos, miel, etcétera, productos que aunque no eran carne, eran derivados que producían los animales.
El veganismo impide vestir pieles de animales, consumir o aplicarse productos que contengan elementos animales, y tampoco asistir a espectáculos o deportes donde se utilicen animales, o haya maltrato animal, por ejemplo el circo, con sus domadores de fieras, o la equitación, y por supuesto, de ninguna manera, los toros, la caza o la pesca. Una vertiente de este comportamiento ético sería el «animalismo»  que estamos viendo últimamente en los medios.
Así pues ya tenemos un primer criterio de clasificación.
Un vegano es lo que antes se conocía por un vegetariano estricto, pero con el añadido ético de que bajo ningún concepto puede contemplar ni aceptar el uso o maltrato de animales en las actividades humanas, y por supuesto de no consumir bajo nignuna forma o concepto, productos que provengan del uso y maltrato animal. 
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Pirámide de la dieta vegana y vegetariana estricta
Un vegetariano estricto en su dieta será igual que un vegano, pero no tiene por qué manifestar un comportamiento ético tan estricto sobre el maltrato animal, pudiendo aceptar por ejemplo, un espectáculo circense, una competición donde se utilicen caballos u otro tipo de animales que, no tienen por qué conllevar maltatrato animal.
Los ovo-lacto-vegetarianos, son los más comunes de los vegetrianos, y según mi conocimiento, los que primero dieron la batalla contra el consumo de carne, pescado y proteínas de origen animal en España, allá por los años sesenta del siglo XX. No son vegetarianos estrictos porque sí admiten en su dieta productos animales como la leche y sus derivados, huevos y miel. Los huevos procurará que sea de gallinas no estabuladas, lo cual es imposible en el consumo de leche. 
Recuerdo que en la década de los sesenta del pasado siglo, los primeros vegetarianos sí consumían algo de pescado, por aquello de que, o bien no se atrevían a prescindir de toda clse de proteínas animales, o porque pescar no tenía una imagen tan cruel como sacrificar un animal en un matadero. 
Por ahí empezó el vegetarianismo en España, porque se rechazaba la idea de alimentarse matando a los animales industrialmente, si bien, como todavía no estaban muy concienciados, o todavía no tenían muy clara su filosofía de vida, el pescado parecía un método menos cruel de obtener proteínas animales.     
Abajo se muestra la pirámide alimenticia de un ovolacto vegeariano. 

Resultado de imagen de fotos de veganos y vegetarianos
Pirámide alimentica de los ovolacto-vegetarionos

Y por último estarían los que se laman vegetarianos, que a veces pueden consumir pescados, si no comprados directamente en la pescadería, sí en conservas; estos serían unos ovo-lacto-vegetarianos entre comillas, poco estrictos, pero que tendrían en común con los anteriores, que jamás ingerirán carnes animales, ni sus derivados, ni pescados comprados y cocinados en casa.
Decir también que, el principal inconveniente de los veganos y vegetarianos estrictos, es que en su dieta no pueden incorporar algunos elementos alimenticios que sólo se pueden obtener de las carnes y pescados, como por ejemplo los ácidos omega 3 y vitaminas del complejo B tan necesarios para el cerebro y sistema nervioso, los cuales se encuentran principalmente en los pescados, y también en la carne; el hierro, pues aunque las lentejas y la remolacha llevan hierro, el que mejor asimila el hombre es el que se encuentra en los animales, por ejemplo, el hígado de cerdo, vaca o cordero, y en los mejillones; o el iodo, presente en toda clase de pescados, así como la vitamina “k” que sólo se halla en la carne, etc.
Para estas carencias de vitamínas y minerales, los veganos deben acudir forzosamente a los fármacos, es decir, complejos vitamínicos, que quieras que no, es una forma química de alimentarse. 
O también está el caso de las vacunas, que muchas de ellas se obtienen de la materia animal, por ejemplo, la vacuna de la gripe, que se sintetiza a partir de la clara de los huevos de gallinas infectadas con el virus.  ¿Un vegano no debería vacunarse? Difícil cuestión.
En cualquier caso, pocas cosas hay más personales que el tipo de alimentación que cada cual sigue, por los motivos que sean, lo cual nos define más de lo que pensamos, y en ese aspecto: que todo el mundo coma lo que quiera.
Buen apetito.   
JRC