En el año 1876 se
construyeron los primeros depósitos que abastecieron de agua potable a
Zaragoza. Fueron proyectados por el arquitecto municipal Ricardo Magdalena
entre el final del Paseo de Sagasta y el Canal Imperial a su paso por el Puente
de América.
Conviene recordar
que, hasta ese momento, el sistema de abastecimiento de agua se realizaba
mediante cubos y peones, es decir, los llamados aguadores que se encargaban de
su distribución.
Los depósitos de
Pignatelli fueron los primeros depósitos de agua con los que contó la ciudad de
Zaragoza, y su construcción fue reflejo de la necesidad de dotar de agua
potable a una población en crecimiento que comenzaba a participar con firmeza
en el proceso de industrialización.
Los depósitos
constan de una construcción subterránea de planta perfectamente rectangular de
dos naves, divididas en dos cada una, con una estructura de pilares de sección
cuadrada sobre los que se apoyan las bóvedas, todo ellos ejecutado con ladrillo
visto. Este depósito se completaría con la Casa para el Guarada de los
Depósitos, que fue construida en el año 1905.