miércoles, 13 de marzo de 2019

RECETA DE GAZPACHO ANDALUZ


El gazpacho andaluz es una sopa, una sopa fría que está riquísima y es muy refrescante, ideal para los meses de verano.
        
: INGREDIENTES
         1 kg de tomates.
         Trozos de pan seco del día anterior (dos trozos majos si se le quiere dar consistencia, si no, dos trozos no muy grandes.)
1 pepino grande
         1 pimiento verde (no vale el rojo).
Media cebolla
1 diente de ajo ( o 2 dientes, a gusto del consumidor)
Media taza de aceite de oliva
Un cuarto de taza de vinagre, a ser posible blanco.
Sal al gusto.

PREPARACIÓN:
Los tomates deben ser rojos, no verdes, maduros, pero no tan maduros que se pasen o estén a punto de pasarse, no olvidemos que no se van a cocinar y por tanto, si tenemos tomates un poco pasados, más vale que los friamos y hagamos salsa con ellos si queremos aprovecharlos, pero nunca hacer un gazpacho con ellos.
El pan se remoja en agua antes de hacer nada.
Se les quita a los tomates el pedúnculo o corazón, se parten en cuartos, y se echan a la batidora. (Nota: si tenemos una batidora normal de casa, no nos cabrá el kilo entero de tomates, por lo que habrá que hacer el gazpacho en dos tandas.)
Lo primero que hacemos es triturar bien el tomate.
Luego se pela el pepino y se parte por la mitad, se corta a trozos y se echan al tomate triturado en la batidora.
A continuación hacemos lo mismo con el pimiento, lo partimos en dos, se le quitan las semillas, lo cortamos a trozos y a la batidora con él.
Ídem con la cebolla, un cuarto de cebolla en la primera tanda cortada a trozos y la añadimos al vaso de la batidora, luego se añade medio diente de ajo, o el diente entero si queremos el gazpacho fuerte.
Se echa uno de los trozos de pan previamente remojado en agua.
Como vamos por tandas, en la primera tanda se echará la mitad del aceite y la mitad del vinagre, y la sal al gusto.
Por último se tritura todo, y debemos triturarlo bien, con paciencia, para que no queden grumos.
Una vez triturado el gazpacho, se prueba y se rectifica de sal, o agua, si es preciso (recordemos que el gazpacho es una sopa, no es sólido), y se vierte en un cuenco, y entonces podemos hacer dos cosas, según gustos y personas: 
  1. O bien lo dejamos tal cual y lo llevamos al frigorífico.
  2. O si queremos que no tenga tanta consistencia, pasamos el gazpacho por un chino, o un colador, y lo colamos para que salga más fino. (Yo prefiero que tenga consistencia, que tenga fibra.)
Una vez en el frigorífico deberá estar no menos de dos horas reposando, porque su gracia es que esté frío cuando lo comamos.
Para terminar, podemos cortar en trocitos pequeños, un poco de pimiento verde, cebolla, tomate y pepino, que hayamos reservado para tal fin, y los servimos en la mesa; y si ya vamos para nota, hacemos unos picatostes, es decir, cortamos pan en dados pequeños, los freímos, dejamos que reposen sobre papel de cocina para que pierdan aceite y calor, y los añadimos cuando sirvamos el gazpacho en el plato junto con los demás ingredientes, que además de adornarlo, le añadirán un toque de color y crujiente, un  contraste de sabores y texturas.
Y buen provecho.
JRC