miércoles, 6 de marzo de 2013

CINCOMARZADA


Cada cinco de marzo se conmemora en Zaragoza una fiesta de carácter popular, miles de ciudadanos celebran con una comida campestre la expulsión de las tropas carlistas.

Tras la muerte del rey Fernando VII, se produjo una pugna por la sucesión al trono entre su hija doña Isabel y su hermano Don Carlos. La ciudad de Zaragoza constituía una magnífica posición estratégica, que llevó al militar Juan Cabañero, partidario de Don Carlos, a intentar su ocupación. El ataque a la ciudad tuvo lugar el 5 de marzo de 1838. Esa noche las tropas carlistas tomaron Zaragoza a duras penas ante la resistencia de los zaragozanos que se defendieron con cuchillos, utensilios de cocina y de agricultura, armas de caza y aceite y agua hirviendo. Las tropas leales a la reina Isabel, junto a los zaragozanos, defendieron la ciudad y los Carlistas se retiraron.
Cuentan que el general Cabañero se pidió un chocolate,  pero no tuvo tiempo de tomárselo porque tuvo que salir huyendo a toda prisa. La rápida reacción de la población zaragozana fue motivo para añadir al  escudo de la ciudad la titulación de "Siempre Heroica". En los años siguientes el Ayuntamiento constitucional de Zaragoza declaró festivo el aniversario y lo conmemoró oficial y solemnemente.
 
A lo largo de la historia la fiesta ha dejado de celebrarse oficialmente en algunas ocasiones pero los zaragozanos, habituados a la celebración, decidieron sseguir con la celebración y salian al campo y a los alrededores de Zaragoza, a la arboleda de Macanaz y a las orillas del Gállego bien provistos de yantares y bebidas. Así nació la tradición que se repetiría durante muchas décadas.

El 4 de marzo de 1937, el Ayuntamiento acordó suprimir oficialmente la fiesta por la Guerra Civil y no volvió a celebrarse hasta 1977. Durante esos cuarenta años la calle Cinco de Marzo pasó a denominarse Requeté Aragonés.

En 1977 se recuperó la fiesta. Desde entonces, se celebra la fiesta en Zaragoza como una jornada lúdica y reivindicativa. Además de la comida campestre, diversas peñas, grupos políticos y asociaciones sociales y culturales instalan mesas y puestos que aprovechan como espacio informativo de sus actividades.

Los zaragozanos colman el lugar de celebración, este año ha sido en la arboleda de Macanaz, en un día festivo de convivencia, en el que se preparan ranchos y carnes asadas, y donde no faltan pasacalles, verbenas, conciertos y animación callejera.

Algunos Zaragozanos creen que se debería cambiar el nombre a la fiesta y renombrarla con un título que potencie los valores del respeto y la participación ciudadana, por ejemplo “Fiesta de la Primavera”.


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