Cuidar la salud, tener unos hábitos saludables en verano
puede ser la clave para pasar unas
buenas vacaciones. Estos son consejos para todos, pero lógicamente, en el caso
de niños, mayores y enfermos hay que extremar los cuidados y precauciones.
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Protegerse adecuadamente del sol: con productos
solares de índice elevado, de 25 a 50, según el tipo de piel, unos 30 minutos
antes de salir al sol. Protegerse con gorro o sombrero y usar siempre gafas de
sol reguladas NUNCA DE PLASTICO.
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Evitar las horas de sol que sean más intensas:
de 13:00 a 18:00, y si no es así, protegerse a la sombra.
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Comer alimentos frescos. Ensaladas, frutas
tienen vitaminas, agua, y energía, que necesitamos cuando sudamos mucho.
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Hidratarse: al sudar eliminamos toxinas, pero
también corremos el riesgo de deshidratarnos sin darnos cuenta. Beber no sólo
cuando se tiene sensación de sed, sino regularmente. En nuestro bolso debe
caber una botella de agua.
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Cuidado con el consumo de salsas, pescado y
mariscos, y huevo, ya que pueden estropearse con mucha facilidad. Tenemos que
tener total de seguridad que están en buen estado.
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Descansar: hasta cansarse. Dormir siestas, en el
rato de más calor.
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Evite las comidas calientes o pesadas.
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Use ropa apropiada: ligera, no apretada, de
colores claros y preferentemente de algodón, evitando la ropa sintética.
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No abusar del alcohol. Como en el resto del año,
ya que favorece la deshidratación.
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Cuestiones de higiene: la humedad y el calor
hace que la piel se seque, y sea más sensible a infecciones, hongos y alergias.
Es fundamental secarse bien después del baño en el mar o piscinas, usar un
calzado y ropa que permita la transpiración.
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Cuidado con los ejercicios físicos a pleno
sol: no es lo más recomendable someter a
nuestro cuerpo a un desgaste excesivo en los momentos de más calor. Busquemos las
primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde para correr, jugar o ir
en bicicleta. Tampoco son convenientes los baños después de comidas copiosas ni
en momentos de mucho calor.
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Protege tu hogar:
o
Mantén las persianas bajadas y las ventanas
cerradas, en aquellas zonas donde de el sol para proteger la vivienda del
calor.
o
Aprovecha a ventilar tu casa por la noche cuando
las temperaturas han descendido.
o
El uso de ventiladores puede aliviar hasta
cierto punto los efectos del calor.
o
Permanezca en las habitaciones más frescas,
ventiladas o acondicionadas.
EP
